En su última columna (estrictamente, la última hasta la fecha; ojalá queden muchas más por llegar) en El País, Manuel Rodríguez Rivero hace memoria de novelas y películas de temática virulesca (auto sic). Entre los libros recomienda Estación Once, de Emily St. John Mandel.
Ojo al argumento:
Un inesperado virus mortal acaba con la humanidad tal y como la conocemos: ya no quedan trenes que unan los lugares, ni internet que nos permita conocer el mundo, ni siquiera ciudades en las que vivir, solo quedan asentamientos hostiles al visitante ocasional.
En este desolador panorama un pequeño grupo de actores y músicos tienen una iniciativa sorprendente: crear la Sinfonía Viajera, con el fin de mantener vivo un resquicio de humanidad. Pero en este libro nada es fácil y pronto este rescoldo de civilización también se verá amenazado por un violento profeta.
Esta novela va más allá de su argumento y escritura, originales y ambiciosos: nos sumerge en un mundo distinto y nos obliga a reflexionar sobre el presente, sobre lo que tenemos y qué valor le damos. En definitiva, un homenaje inteligente y sobrio a los pequeños placeres de la vida. Un libro difícil de dejar y, más aún, de olvidar.
Al autor de Juego de tronos, George R. R. Martin, parece que no le disgustó.
Si os apetece echar un vistazo, aquí están las primeras páginas.
Sé responsable. #YoMeQuedoEnCasa #YoMeQuedoEnCasaLeyendo. Lee.
*Foto de la autora de Dese’Rae L.Stage.