No es ningún secreto que, a menudo, la realidad supera a la ficción. Y, a veces, la resupera. Resulta que hace unos días publicamos “La esmeralda del zar rojo“, de Sam Eastland, una novela de suspense en la que el inspector Pekkala investiga la muerte de la familia imperial rusa.
Pues bien, como publican varias agencias (EFE, Europa Press) y medios (por ejemplo, El Mundo y BBC Mundo), ahora resulta que un grupo de investigadores rusos ha exhumado los restos de Nicolás II y de su esposa para realizarles pruebas de ADN.
Es evidente que es un caso que sigue abierto, ¿serán ciertas las conclusiones de nuestro querido inspector Pekkala?