Vuelve nuestra sección más cotilla con un libro recién salido del horno: «Biografía de la Puerta del Sol«, de Ignacio Merino.
Todos conocemos la madrileña Puerta del Sol. La hemos vivido y transitado. Hemos vibrado con las campanadas de Fin de Año y también en fiestas populares o celebraciones deportivas. La hemos visto clamar con pasión, a favor o en contra de algo. Pocos sabemos, sin embargo, lo que ha vivido esta plaza convertida en el corazón de Madrid y kilómetro cero de España.
Fueron los comuneros quienes la pusieron en el mapa de Madrid, cuando la villa se amuralló contra los imperiales de Carlos V, y fue la Primavera Española, el 15M, la que mostró la Puerta del Sol de la capital española en las portadas mundiales de prensa y televisión.
¿Y cómo reflejábamos todo eso en una cubierta? Como saben nuestros fieles lectores, Rafael Ricoy, nuestro consejero espiritual y material en asuntos del diseño, se puso manos a la obra. Primera propuesta:
El juego, la idea, era muy buena, pero como pasa muchas veces, lo que funciona en nuestras cabezas no tiene por qué funcionar cuando lo plasmas. Y eso es exactamente lo que sucede en este caso. ¡Marchando segunda propuesta!
Elegante, ¿no? El tratamiento de la imagen, un acierto para hacerla más atemporal, aunque el problema aquí es que no se ve a primera vista si es la Puerta del Sol o cualquier otra plaza. A estas alturas es cuando Rafa empieza a pensar que el tema puede complicarse… Vamos a por otra, una variación sobre la anterior para que no sea todo «paisaje»:
Otra vez la idea era buena, pero las proporciones y las diferencias históricas entre los personajes hacían difícil el encaje. Ahora Rafa estaba convencido de que esta cubierta se había complicado sin remedio… ¿Sin remedio? ¡Nunca! Borrón y cuenta nueva:
Foto con el edificio más emblemático, pero ¿no da la sensación de ser un poco portada de una guía de viajes de Madrid? Había que seguir probando. A Rafa, paciencia infinita, se le ocurrió utilizar una foto antigua. El resultado, aquí:
Esta cubierta tuvo sus fans, servidor entre ellos, pero no acabó de cuajar entre «las masas decididoras». Una pena, el encuadre es espectacular. Llegados a este punto, había que encontrar una solución definitiva. Y entonces fue cuando Rafa hizo una de las suyas:
Una combinación de foto emblemática con el elegante fondo al que le faltaba «un algo» que hemos visto antes. ¿Qué os parece?
¡Felices lecturas!