Bienvenidos al nuevo episodio de «Historia de una cubierta». Como estrella invitada hoy os presentamos a La dama de Saigón, de J. L. Gil Soto, de la que Fernando G.ª de Cortázar ha dicho: «Novela muy bien documentada, de singular dramatismo y rebosante de verdad humana».
Y, sin más preámbulos, os mostramos el recorrido hasta llegar la cubierta definitiva. Primeras dos propuestas de nuestro ya famoso diseñador (y verdadero protagonista de esta sección) Rafa Ricoy:
La novela transcurre en el siglo XIX, así que lo del tatuaje nos parecía un detalle anacrónico, a pesar de que la imagen sea sugerente. Además, se intuye una mujer oriental, cuando la protagonista de la novela es española y de tez más oscura. El desenfocado de la segunda propuesta no lo veíamos… claro.
En el tercer caso nos encontramos el mismo problema comentado antes, no encajaba la imagen con la protagonista, aunque introduce el elemento del mapa, que nos pareció interesante incorporar de fondo. En estas llegó la cuarta propuesta, y decidimos «casarnos» con la mujer que aparece en ella.
La cuestión era cómo mezclar con sentido varios elementos importantes: la figura de la mujer, el mapa y, por supuesto, título y autor. Estas tres últimas variantes no nos acababan de convencer. Y entonces llegó el Momento Ricoy:
Fuera recuadros, una visión mucho más limpia y otra cubierta que habíamos conseguido sacar adelante. ¿Qué os parece?
Para los más cotillas, aquí, aquí, aquí y aquí los episodios anteriores.
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¡Felices lecturas!