En realidad, menos el lobo, vienen muchas cosas: un puente (los que lo tengan, no se me rebelen), elecciones, la Navidad, el sorteo de la lotería y ¡2016!
Los libros de 2015 están prestos y dispuestos a recibir a sus nuevos dueños, y no les importa si se los llevan para regalo o para uno mismo: ellos tan felices en ambos casos.
Ya saben que los tenemos variados: de actualidad política (¿Podemos?, de Ramón Tamames), novela histórica (La dama de Saigón, de J. L. Gil Soto, y El tesoro de la ciudad perdida, de Jesús Nieva), novela negra (Salvemos al Papa, de Manuel Moreno Capa; Banderillas negras, de Jose M.ª Pont, y El secreto de River Side, de David Rivera) y de suspense (La esmeralda del zar rojo, de Sam Eastland), ficción contemporánea (Estación Once, de Emily St. John Mandel, y Mujer sobre mujer, de Carmela Ribó) y hasta con Premio Nobel (Trece pasos, de Mo Yan); libros para alimentar el espíritu (El arte de amar la vida, de Ángela Vallvey, y Lo que aprendí en 50 años, de Ramiro Calle), de recetas (A fuego lento, de Ángela Landa), para ponernos en forma (Gimnasia sensata, de Laly Ruiz), infantiles (Lolota vuelve a China y Lolota viaja a Italia, de Ángel F. Fermoselle y Óscar Giménez, y Alicia en el país de las maravillas y El mago de Oz, de Francesc Gómez), y el especialísimo trío para curiosos impertinentes que quieran viajar en el tiempo (Instrucciones para los soldados americanos en Gran Bretaña, 1942, Instrucciones para los soldados británicos en Francia, 1944 e Instrucciones para los soldados británicos en Alemania, 1944), las “Mujeres“, de Carol Rossetti, y el singular y único en su género El libro de los esnobs del duque de Bedford. ¿Alguien da más?
Para el año que viene hemos pedido… más libros, ¿quién se apunta?
¡Felices lecturas!